Me tienes contento. Sí, niña, contento
(y ahora te voy a contar la razón):
Pretendes fingir que no sabes quién eres,
haciendo que yo me plantee quién soy.
Decides dejar de dejar que te mire,
y piensas que así miraremos mejor.
Demuestras que no. Lo mío es historia.
Soy menos que nada (y no somos dos).
Le dices a otros que son lo que vives
(y mientras te espero y te pido perdón...
me canso de nada, me tienes contento,
memeces que digo). Y dices adiós.
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